Alwin Van Der Linde (La Haya, Países Bajos, 1957) además de pintar compone música electrónica, utiliza el dibujo digital, la fotografía y el video para realizar su trabajo artístico. Reside en España desde 1998 donde creó la Fundación VanderLinde para fomentar la cultura internacional e intercambiar y promover el arte y la educación artística. Esta fundación tiene la sede en la provincia de Cáceres, concretamente en Montánchez donde Alwin mantiene una colección permanente de pinturas y obras de arte propias, además de ofrecer exposiciones de destacados artistas españoles así como Foros y Talleres que fomentan la creatividad en el sentido más amplio y desarrollan la producción artesanal local.
Creo que estamos en una época muy confusa, en el arte hay muchas ramificaciones. Yo soy pintor y también compositor, hago música electrónica, y no me siento fuera de mi época para nada. La pintura tiene una narrativa actual o puede tenerla, eso depende del artista y no del medio. Nos hemos equivocado en subdividir lo que es el arte y los medios de expresión, la creatividad es cuestión de la persona y de su entorno y da igual el medio.
Alwin van der Linde artículo en el ABC de Sevilla 01-06-2019
Coetaneo de Nobuhiko Fukushima, Jan Pruski, Stephen Felstead, David Moriarty, o Sunita Dixit entre otros, es como he dicho un pintor y dibujante digital cuya inspiración bebe principalmente de la década de 1970 y que también compone música electrónica, es además un enamorado de China, país con el que realiza intercambios culturales promocionando a diversos artistas españoles.
Interesado en crear proyectos de arte y emprendimiento en pos de beneficiar a la sociedad futura a través de la cultura, la armonía social y la ecología, su trabajo tiende a la reflexión sobre el cambio climático. Ha participado en exposiciones colectivas al lado de grandes maestros del realismo intimista español, como Carmen Laffón y Antonio López y ha trabajado también el vídeo y la imagen digital. A través de todo su trabajo está muy comprometido con la promoción de otros pintores a través de la fundación ya mencionada.
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A menudo la cultura es tratada erróneamente como mero entretenimiento del gran público. La pintura da profundidad a la vida y nos hace reflexionar sobre la compleja condición del ser humano, es lo que nos conmueve y trasciende. España es tierra de grandes artistas pero muchos no tienen la proyección que se merecen y la Fundación Van der Linde trabaja para apoyarlos y favorecer sus proyectos a través de exposiciones de gran calidad.
Alwin van der Linde – entrevista en el Diario de Sevilla 01 de Junio de 2019
Su música recargada de chasquidos y crujidos aparentemente dislocados, explora lo atonal y expresa una misteriosa frialdad. Aún así, resulta tremendamente cautivadora y profundamente sorpresiva. Empezó en los 70’s grabando cualquier instrumento que cayera en sus manos y luego “remezclando” los sonidos resultantes con grabadoras de cinta y cassettes. Un mítico Korg MS-20 fue el primer sintetizador que tuvo en el año 1980.
No es amante de la música cuyos patrones son fáciles de predecir y afirma que prefiere los instrumentos cableados eléctricamente que tienen un montón de potenciómetros. Nunca aborda sus directos con música pregrabada y según su criterio las presentaciones en vivo deben ser 100% improvisación y situarse en la delgada línea entre lo majestuoso y lo miserable.
Es una absoluta contradicción que un artista antisistema luego pretenda cobrar una fortuna por una obra suya.
Alwin van der Linde – artículo en EuropaSur 07-03-2012
Beautiful Fucking Heaven con una portada de estética cuidada y sobria, representa un viaje muy especial a través de un universo de sonidos tanto atmósféricos como crepitantes. Mi track preferido es precisamente el que da nombre al trabajo, ocho minutos y treinta y ocho segundos de atmósfera oscura y densa cargada de hipnotismo. Un track con aires ochenteros en el mejor sentido del término, que huye con inteligencia de los tópicos.
El directo de Alwin es impresionante, mientras digieren nuestroa oídos ese universo que genera con sus artefactos, una proyección de un altavoz zarandeándose, colapsando, implosionando, nos emboba con su baile repetitivo. Dicho así parece algo muy simple y de hecho lo es, pero el efecto hipnótico del conjunto es arrollador. Alwin se concentra totalmente en la manipulación del aparataje y se abstrae. Hay algo muy técnico en su performance aunque para un profano no sea fácil de ver y a eso me refiero cuando digo que huye de la obiviedad.
A mi me parece que a pesar de que las herramientas sonoras de Alwin son muy electrónicas, hay un discurso naturalista que entronca con su pintura. Ese ejército de sonidos me recuerdan a un sinfín de fenómenos naturales, aunque claro, esto es una apreciación muy personal.
No quiero destripar el resto del trabajo que por otro lado se me antoja excitante y fresco, un bosque de chasquidos y crepitaciones que contrastan con la atmósfera del último track. Una evolución, un viaje como ya he dicho, una trayectoria que muta de IOUN hasta Beautiful Fucking Heaven. ¡Qué lo disfrutéis!
La naturaleza se deteriora, pero seguimos hablando de banderas.
Alwin van der Linde – artículo en Diario de Sevilla 01-06-2019
Enlaces:
https://alwinvanderlinde.bandcamp.com/
https://www.discogs.com/artist/4785717-Alwin-Van-Der-Linde
https://www.facebook.com/alwin.vanderlinde
https://www.facebook.com/fundacionvanderlinde
Cesc Fortuny i Fabré 
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